¿Cuánto dinero necesitarías para considerarte rico, un millón, quizás dos, cinco o veinte?
A nadie nos incomoda tener más dinero, de hecho eso es lo que buscamos cada día en nuestro trabajo y negocios.
Contar con el dinero suficiente que nos permita despreocuparnos de ciertas cosas y acumular lo suficiente para que sea el propio dinero lo que genere más dinero es un estado deseable.
¿Pero por qué aparentemente cuesta tanto trabajo conseguirlo?
Al menos te puedo hablar de 5 razones:
1.- Más ganas, más gastas.
Es normal, ahora ya te alcanza para eso que has deseado por tanto tiempo. ¿Y qué es lo primero que haces? Corres a la tienda y te lo compras.
¿No lo crees? ¿Dónde están tus bonos extras como reparto de utilidades o aguinaldo? ¿Qué has hecho con el último ingreso extraordinario que recibiste?
En lugar de guardar esos ingresos extras, te los gastas con toda alegría. Es evidente que por eso no tienes el dinero ahorrado que quisieras y hasta debieras tener luego de los años de trabajo en tu vida.
2.- Sigues con el autoengaño del ahorro voluntario.
Vamos a hablarnos con la verdad. ¿Has ahorrado este año? ¿Has ahorrado lo que te propusiste?
Primero necesitas estar consciente que tus metas deben ser reales, en función de lo que puedes ahorrar. Con los $500.- que ahorras al mes no vas a comprarte tu casa de ensueño en 5 años.
Y segundo, dejarte ayudar. ¿Recuerdas esa frase de ojos que no ven, corazón que no siente? En el ahorro funciona igual, si no ves el dinero en tu cuenta, no te lo gastas. Así puedes emplear un mecanismo en el que de forma automática retiren de tu cuenta lo que estarás ahorrando. No lo ves, no te duele ahorrarlo.
3.- No ves más allá de tu nariz.
Sigues pensando en lo que dejarás de comprar hoy por esperar para mañana, aún cuando puedas tener una mayor recompensa si esperas.
Por poner un ejemplo ¿Qué pasó cuando compraste el último smartphone o tablet y al mes sacaron la nueva versión con mejoras? Seguro pensaste y hasta te lo dijeron: "Te hubieras esperado." Siempre pasa ¿O no?
Estás tan deseoso de tener ya las cosas, que gastas tu dinero sin pensarlo, a la menor provocación. ¿Y cuando esperas que tu cuenta bancaria tenga al menos 6 ceros si apenas tiene 3 ó 4 y ya lo estás gastando todo?
Debes aprender a saber esperar en función de conseguir un objetivo mayor.
4.- No sabes ni para qué ahorras.
Por eso no llegas a ningún lado, no tienes dinero cuando lo necesitas y te lamentas con el típico "hubiera ahorrado más".
Estás como Alicia en el País de las Maravillas, no sabes a dónde va tu ahorro, por eso a cualquier cosa le llamas ahorro. Para que realmente te resulte menos complicado y te sea posible ahorrar, tienes que definir una meta.
¿Qué hiciste para comprar el auto, los zapatos, el viaje, la bicicleta o los boletos para el concierto del artista que te gusta? Imagino que ahorraste lo necesario para pagar lo que costó.
Lo mismo debes hacer pero para metas más grandes, en las que necesitarás más dinero: Tu casa, una casa de descanso, los estudios universitarios de tus hijos, emprender tu negocio, un yate, el año sabático para viajar y conocer el mundo, tu retiro.
Para todo esto necesitas saber cuánto vas a necesitar.
5.- Sigues sin reconocer tu esfuerzo.
Te quedas conforme con lo que te alcanzó y dices que fue lo mejor que pudiste conseguir... ¿Quién quiere estar en esa posición, sin ánimo, sin alegría, desinflado y sin orgullo?
Es muy diferente cuando dices: "Ya me compré mi casa, la pagué en 10 años y me costó un chorro pero ya salí de ese compromiso ¡a los 40 ó 45!" ¿O qué tal esto? "Para abrir mi negocio necesitaba $1M pero como ya lo tenía me dieron un préstamo igual ¡y pude abrir uno más grande o dos!" Sin duda cambia la percepción de lo conseguido, apuesto que abriste los ojos y hasta levantaste la cara al leerlo, ahora imagina cómo sería vivirlo.
Muy pocos se hacen ricos de la noche a la mañana y son muchos menos los que conservan esa riqueza, de tí depende poder hacer algo hoy para que tu condición económica sea mejor mañana, de forma sostenible.
Existen los instrumentos y los medios para ser millonario solo depende que puedas preguntarte y responderte lo siguiente: ¿A dónde quiero llegar?
Lo que siembres hoy es lo que cosecharás mañana.
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